viernes, 6 de noviembre de 2009

MONOLOGO SOBRE EL AMOR


El amor debería recetarlo en tu médico de cabecera... Aunque conociendo a la gente, todo el mundo estaría enamorado para que le dieran la baja laboral. Ya sabemos como es España. Bueno, si Jesucristo hubiera sido Español, otro gallo cantaría. Estaría todavía de baja por lo de la crucifixión, seguro vamos. Aún así no es el caso que nos ocupa. Nos ocupa el amor... El amor nervioso, el amor contagioso, el amor enfermizo. Me imagino a todos en el médico: -“Doctor, me duele el corazón de quererle tanto, me duele el corazón de quererle tanto”-. Y ese doctor: -“Pues Paracetamol y mucha agua” (La seguridad social ya se sabe). La gente suspiraría por la calle en plan: “Aaaaaisssss”. Claro que siempre estaría el típico escrupuloso: “Oiga, suspire usted para otro lado, hombre, que quiero seguir soltero y sin compromiso”. Y la típica amiga que lo sabe todo: “Uys que mal te veo, no tendrás algo de amor, no?”.- “Ays, pues no se, chica. El médico dice que es gripe E”. .-“Hazme caso, ves a uno de pago. Mi cuñada empezó así y está coladita por un vendedor de coches de Talavera que conoció por Internet”. La manía que tenemos con lo de “ves a uno de pago”. Luego a nosotros se nos ocurre decir lo mismo “vámonos a una de pago” y se nos cae el pelo, tu... En fin. Todo sería distinto si el amor fuera declarado enfermedad. Así, el amor a primera vista sería un virus peligroso y casarse una enfermedad crónica. ¿Os imagináis? Ese doctor todo preocupado, en su despacho, sin saber como afrontar el tema... y tú con tu novia sentado enfrente con cara compungida... Y el doctor con tono de solemnidad diciendo: “Yo os declaro... marido y mujer”.- Y tu novia rompiendo a llorar y tu consolándola: “No te preocupes, mujer, seguro que salimos de ésta”. En fin, una faena. Porque claro, hasta llegar a casarse vendrían los síntomas anteriores, peligrosísimos, claro. Imagínate. Tú vas tranquilamente paseando por la ciudad, viendo los típicos escaparates de moda, que si pullainbiar, que si stradivarius... que si zara...( pa cuando lo abran... Esto de Zara en Ibiza es un poco como lo del perro, la mermelada y el Ricki Martín, no?...) Bueno, no nos desviemos... tu vas ahí paseando y de repente pasas por Rosa Clará y tu novia se para enfrente... Todos sabéis que es Rosa Clará, no?... No?, tu no... A ver, la novia, que se lo explique... Bueno, es igual, cambiemos de ejemplo. Vas tranquilamente paseando y de repente pasas por Pronovias y tu novia se para enfrente... mira... remira...(tu mirando el escaparate de intimisin, como siempre).... se da la vuelta y te dice: “Cariño... mira que “palabradehonor” tan bonito”. Infectada. No hay vuelta atrás. Tú tratas de hacer algo: “¡Noooo, cariñooooooo, mira que tanga tan insinuaaaaaannnnn!”.... Y ella sin dejarte terminar pone una sonrisa de oreja a oreja y te dice: “Porque habrá que pensar en algo, ¿no?”. En este momento, amigos, no hay vuelta atrás. Luego pasan los días, las semanas... Ella te va insinuando algo... “Cari, ¿Sabes como le pidió Papa a Mamá que se casara con ella?” Y tú con cara de martes por la mañana... Le dices... “no, cari, ¿cómo?”... Y te lo cuenta! LO QUE QUIERE DECIR QUE LAS MUJERES NO SABEN LEER ENTRE LÍNEAS!!! (chillando) Perdón. ¿Alguna mujer en la sala?... Nene, es que me envalentono... Ya.... ya estoy mas tranquilo... En fin, que te cuenta como “Popá” pidió en matrimonio a “Momá”. Y en menos de que te des cuenta te ves en la “ceremonia de pedida”... No te lo pierdas... esto es tú en un restaurante caro, rodeado de parejas que vienen a lo mismo que tú, con americana porque te obligó tu madre y un anillo carísimo guardado en el bolsillo interior de la misma. Que todo sea dicho, está hecho a medida de la cajita del anillo... Los fabricantes de americanas saben que solo te la pondrás el día de la “pedida” y poco mas, porque sino... que piensan que puedes guardar en ese bolsillito de mierda.... Hombre, es que no hay derecho... Perdón, se me va la boca otra vez... ¿Algún fabricante de americanas en la sala? ¿No?... En fin, amigos, que el amor es toda una enfermedad peligrosa... Sino que se lo digan a Amor, de Gran Hermano... Gracias.... Perdón, perdón... lo olvidaba... Yo me caso el año que viene. Un beso. Adiós.

Imagen: Maite Planells

Texto: Carlos Martínez