Como crees que se escribe la vida, amigo de rutinas y de excesos, artista del corazón y poca letra, no te des tanta prisa por crecer, que los sueños que se tintan en las tejas no guardan relación con la verdad. Se tú mismo, así como tú eres, licenciado en callar por no llorar, carpintero de tu vida reservada, dueño del sol mitad y mitad. No quieras conocer a Don Dinero, al Señor Angustia a fin de mes, al casero, al banquero y al demonio del tú eres lo que debes y al revés. Antes juega a vivir como un idiota, a sentirte un niño enamorado, a aspirar el aroma del verano, a ser el comandante de tu flota. En cuanto pase el tiempo, después de todo, seguirás siendo igual que fuiste ayer, con mas recibos pendientes de cobro, y con una niña que ya juegue ser mujer... (foto y texto: Carlos Martínez)
Olé
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