Lo pintan los poetas...óyelo...
Nos dicen tam, tam tam...
El embrujo, la soledad, el atardecer, las olas...
Lo escriben las guitarras,
lo pregona una flauta a viva voz...
óyelo, nos dicen pam pam pam...
Y suena a dioses, a madrugada, a tus ojos...
Al alma del poeta, hermano del timbal...
Huele a mar y a cielo limpio.
Óyelo, tamtam tamtam...
Como si se tratara de un acto onanista del sentimiento,
se incrementa y cae en picado y se vuelve a levantar...
La guitarra es capaz de dibujar
el paisaje que tus ojos no pueden ver,
ciérralos...pam pam pam el sol,
la silueta que fabrica dorada e infinita
en su adorado azul del mar,
los movimientos del viento,
jugando con las barquitas,
haciendo cosquillistas a la arena...
La música, bendito tesoro…
TEXTO Y FOTO: Carlos Martínez
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