miércoles, 19 de agosto de 2009

HASTA EL PECADO, AMOR...


Hasta el pecado, amor, tiembla de pena

cuando bajas las caderas del delito

cuando arrancas de tu piel sudor y gritos

y nacen los gemidos y lloran las sirenas.


Hasta la gula, amor, muere de ganas

cuando cruzas tu mirada con mis ojos

cuando atrapas de azul cualquier antojo

y nacen los momentos y mueren las persianas.


Y hasta el barro de los pies del condenado,

enseña, amor, al desdichado,

que no hay nada en ti que sea pecado.


Y hasta el vino de la copa del dolido,

enseña, amor, al afligido,

que no hay nada en ti que esté vedado.


(texto y foto Carlos Martínez)

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